Pos resulta que esta era una vez un niño de unos 4 años de edad aproximadamente, que pasaba una tarde de fin de semana en casa de alguna de sus tías, la cual se ubicaba en las afueras de la zona urbana, un lugar mejor conocido como ejido.
El niño era tranquilo y quieto, pero gustaba de jugar como cualquiera. Callado como era el, decidió jugar con un objeto poco prudente, considerando que estaba dentro de una casa. Sin él desearlo, golpeó un jarrón con dicho objeto.
La escena era devastadora, la cara del niño casi llorando de temor, pues el estruendo lo asustó y la certeza de que iba a ser reprendido no ayudaba.
Así como lo sabía el pobre niño, su madre lo regañó de manera normal, como cualquier madre lo haría y el niño envuelto en llanto y entrando en un estado de berrinche hizo lo más lógico posible...
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Se tiró de rodillas sobre los restos del jarrón, cortándose así las rodillas y dejándose una cicatriz.
Y como dijo el de la Banda Machos: ¨porque este indio yo soy¨
2 comentarios:
Oh.. triate historia ¿complejo de culpa?
Jajajajajaja! Como me rei al imaginarme la escena amor! Jajajajajjajja! Q dramatico! (No has cambiado mucho eh?) Me fascino esta anecdota!
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