Renuncio (o "de Bioética")


(ANECDOTA)
La mayoría de los que me leen conocen ya a mi "hija" Mephistopheles, un lagomorfo (un conejo, pues, jaja) comprado para la clase de inmunología y al cual intentamos inmunizar en el transcurso del semestre.
En días recientes estuve batallando para aplicar la más reciente inmunización la cual se tenía que hacer via intravenosa a diferencia de las otras que se aplicaban subcutáneas. La tarea fue difícil debido a lo nervioso del conejo y la inexperiencia en inyecciones intravenosas del intento de Biólogo. El primer intento lo realicé el miercoles con ayuda de Atsumi (me ayudó a sostenerlo), pero Mephisto estaba muy nerviosa y al primer indicio de piquete, se movia. Decidí dejarlo para otro día.

NOTA: el protocolo de inmunización indicaba que la misma se debía realizar el martes, por lo que cada día que pasa aumenta la posibilidad de "error" en la inmunización.

Decidido a hacerlo cuando regresara el profe de viaje (aprox el domingo), me fui, pero al día siguiente volvía la uni y me topé con Daniel quien me ofreció ayuda para intentarlo de nuevo. Al intentar inyectar de nuevo nos vimos con la misma dificultad y decidimos tomar unpoco de cloroformo y atontar un poco al conejo solo para que no se moviera tanto.
No pusimos la tela ni 2 segundos frente a su nariz cuando empezó a temblar furtemente, poco, pero fuerte y ambos saltamos hacia atrás un poco asustados...unos momentos despues al intentar tranquilizarla empezó a emitir un chillido rarisimo, nunca hubiera imaginado que un conejo podía "llorar" de esa manera. Sentí horrible, no supe que hacer y solo pude cerrar la jeringa y tirarla, rendirme, renunciar al experimento...
Lo único que se me ocurrió fue sacar a Mephistopheles en su jaula al pasto y abrir la puerta a que se estirara un rato y disfrutara el aire... de alguna forma quería sentir que no le hice daño haciendo eso. El caso es que estuvo muy alegre, corriendo, comiendo pasto y le traje lechuga, la cual aceptó rapidamente...estuvo como 4 minutos fuera hasta que decidi meterla de nuevo y dejarla ahí en su jaula.
A parte de sentirme mal por el pobre conejo, el suceso me dejó pensando en mi futuro:¿Podré, en el futuro, relizar actos en humanos? Se supone que voy al área de la biomedicina, que es aplicada en humanos directamente. Es obvio que no necesaramente voy a ser el que aplique los tratamientos, pero aún así lo que me hizo sentir mal no fue el yo estarlo realizando sino el saberme responsable. Bueno, suficiente.

1 comentarios:

La yo dijo...

Ay... Arielito! Pobre conejito! mm me lo imagino..pobrecito.. Sé fuerte! Ni modo, hay cosas que se tienen que hacer! Pero por mientras déjalo en paz.. Mephi.. qué nombre Ariel!

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