Espero la tercera...

La primera vez iba en un autobus viajando de Ensenada a Mexicali...justo en ese momento me desprendí del mundo y abandoné el autobus para situarme en una posición privilegiada: flotando sobre la carretera a unos cuantos metros de altura con el desierto rodeándome...sinitiéndome insignificantemente tranquilo...era de noche y la luna iluminaba perfectamente el paisaje que me encerraba.

La segunda vez estudiaba repetitivas normas y disposiciones legales (dizque pa'proteger nuestros recursos bióticos) mientras esperaba a alguien a quien le iba a hacer compañia mientras elaboraba una tarea. Llegué una hora antes de lo acordado al café para empezar a estudiar y unos quince minutos después de la hora acordada (no llegaba aún) sucedió...dejé unos segundos mi asiento pensando en nada, dejándome llevar por la causa de ésta sensación. Esta vez no me elevé, me esfumé entre la gente y viajé a sus lados observando sus ojos y fingiendo entender lo que estos reflejaban. Deseando descifrar ese lenguaje "ojuno" y queriendo ver en subtitulos lo que piensan.***

El factor común de ambos viajes es un "objeto" de lo más común en nuestras vidas diarias: MUSICA. Por alguna extraña razón una canción en particular me adentra en (o saca de) el mundo "real" para salir de (o caer en) ese "trance".
P.D. Pasan 46 minutos de la hora acordada y sigo son ser compañia.
***Cualquier similitud con el video "Everybody hurts" de R.E.M. es mera casualidad.

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